Navegación por categorías

Navegación por categorías

Atrás

Atrás

Mitigación y adaptación al cambio climático

Opciones de adaptación al cambio climatico.

La adaptación tiene como objetivo prever los efectos adversos del cambio climático y tomar las medidas oportunas para evitar o minimizar los daños que puedan causar

El cambio climático es una realidad que afecta a todos los aspectos de la vida en el planeta. Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado en febrero de 2022, el calentamiento global causado por las actividades humanas está provocando una alteración peligrosa y generalizada en la naturaleza, que tiene graves consecuencias para la salud, la seguridad y el bienestar de miles de millones de personas, especialmente de las más vulnerables y marginadas.

La adaptación tiene como objetivo prever los efectos adversos del cambio climático y tomar las medidas oportunas para evitar o minimizar los daños que puedan causar. El cambio climático ya está ocurriendo y se irá acentuando cada vez más en las próximas décadas debido al efecto retardado de las emisiones ya pasadas, por lo que la adaptación a las repercusiones actuales y futuras del cambio climático es un desafío que deben afrontar las sociedades de todo el mundo para poder minimizar sus efectos

El informe titulado Cambio climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad, es la contribución del Grupo de Trabajo II al Sexto Informe de Evaluación del IPCC, y ofrece una evaluación detallada de los impactos, riesgos y opciones de adaptación al cambio climático en diferentes regiones, sectores y sistemas. El informe advierte que, incluso si se logra limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5 °C, como establece el Acuerdo de París, se producirán impactos severos e irreversibles en algunos ecosistemas y comunidades. Por ejemplo, se prevé que la subida del nivel del mar afecte a millones de personas que viven en zonas costeras bajas, que los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor, las sequías y las inundaciones se vuelvan más frecuentes e intensos, y que se reduzca la biodiversidad y la productividad agrícola.

Ante este escenario, el informe subraya la urgencia de adoptar medidas ambiciosas y coordinadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para adaptarse a los efectos inevitables del cambio climático. La adaptación es el proceso de ajuste al clima actual o esperado y sus efectos, con el fin de moderar los daños o aprovechar las oportunidades. El informe reconoce que la adaptación es un desafío complejo y multidimensional, que requiere una combinación de acciones a diferentes niveles, desde el local al global, y que implica a diversos actores, desde los gobiernos a las comunidades locales.

El informe identifica algunas estrategias generales de adaptación al cambio climático que pueden aplicarse en diferentes contextos y sectores. Estas estrategias son:

- **La gestión integrada de los recursos naturales**, que consiste en conservar y restaurar los ecosistemas que proveen servicios esenciales para la vida humana, como el agua, el aire, el suelo y la biodiversidad. Los ecosistemas sanos pueden amortiguar los impactos del cambio climático y aumentar la resiliencia de las personas y las especies que dependen de ellos.

- **La planificación espacial y territorial**, que implica diseñar y ordenar el uso del suelo y del espacio urbano teniendo en cuenta los riesgos climáticos presentes y futuros. Esto puede incluir medidas como evitar o reubicar las construcciones en zonas expuestas a inundaciones o deslizamientos, mejorar la infraestructura verde y azul para reducir el efecto isla de calor y favorecer la infiltración del agua, o promover la movilidad sostenible y el transporte público.

- **La diversificación y transformación de los medios de vida**, que se refiere a ampliar o cambiar las actividades económicas y productivas para reducir la dependencia de recursos sensibles al clima o para aprovechar nuevas oportunidades. Esto puede implicar adoptar prácticas agrícolas más resilientes y sostenibles, como el uso de variedades resistentes a la sequía o el manejo integrado de plagas, o fomentar el desarrollo de sectores emergentes como las energías renovables o el ecoturismo.

- **La gestión del riesgo de desastres**, que consiste en implementar medidas para prevenir, prepararse, responder y recuperarse ante los eventos climáticos extremos que pueden causar daños humanos, materiales y ambientales. Esto puede incluir acciones como establecer sistemas de alerta temprana, mejorar la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, fortalecer la infraestructura crítica o facilitar la reconstrucción y la recuperación post-desastre.

- **La participación y el empoderamiento de las comunidades locales**, que implica reconocer y valorar el conocimiento, las capacidades y las necesidades de las personas que viven y experimentan el cambio climático en primera persona, y fomentar su involucramiento en la toma de decisiones y la implementación de las acciones de adaptación. Esto puede contribuir a mejorar la equidad, la justicia social, la inclusión y la gobernabilidad en la acción climática.

 

Estas estrategias no son excluyentes ni exhaustivas, sino que pueden complementarse y adaptarse a las condiciones específicas de cada contexto. El informe destaca que la adaptación al cambio climático no es solo una cuestión técnica, sino también política, social y cultural, que requiere un compromiso político, una cooperación internacional, una administración de los ecosistemas y una gobernanza inclusiva. Asimismo, el informe señala que la adaptación al cambio climático debe ir acompañada de una mitigación ambiciosa, es decir, de una reducción rápida y profunda de las emisiones de gases de efecto invernadero, para evitar que los impactos del cambio climático superen la capacidad de adaptación de los sistemas humanos y naturales.

 

El informe del IPCC es una llamada a la acción urgente y colectiva para hacer frente al cambio climático, que representa una amenaza sin precedentes para el futuro de la humanidad y del planeta. La adaptación al cambio climático es una necesidad ineludible, pero también una oportunidad para construir un mundo más justo, sostenible y resiliente.

En nuestro país, El PNACC (Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático) es un instrumento de planificación que establece las directrices y acciones para reducir la vulnerabilidad de España frente a los efectos del cambio climático. Las medidas de adaptación propuestas en el sexto informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) son aquellas que buscan disminuir el riesgo y aprovechar las oportunidades que se derivan de los cambios en el clima, tanto actuales como futuros. El PNACC y las medidas de adaptación del IPCC tienen que ver en que ambos se basan en la evidencia científica y en la participación de los diferentes actores sociales, económicos y ambientales, para diseñar e implementar estrategias que aumenten la resiliencia de los sistemas naturales y humanos ante el cambio climático.


Enlaces de Interés: