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Comercio de derechos de emisión en Asturias
La Conferencia de las Partes (COP).
La Conferencia de las Partes (COP) es el órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el tratado internacional cuyo objetivo es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero a niveles que eviten una interferencia peligrosa con el sistema climático.
La COP se reúne anualmente desde 1995 y está formada por todos los Estados Parte de la Convención, además de observadores de organismos internacionales y de la sociedad civil. En estas reuniones se evalúa la aplicación de la Convención y sus instrumentos jurídicos derivados, y se adoptan decisiones destinadas a impulsar su implementación.
Entre sus principales funciones destacan:
- Examinar las comunicaciones nacionales y los inventarios de emisiones de los países Parte.
- Adoptar protocolos o acuerdos complementarios, como el Protocolo de Kioto (1997) o el Acuerdo de París (2015).
- Crear órganos subsidiarios, mecanismos financieros y programas que apoyen la acción climática, como el Fondo Verde para el Clima o el Mecanismo de Desarrollo Limpio.
- Facilitar el intercambio de información, la cooperación entre países y la participación de actores no estatales.
Las sedes y presidencias de la COP rotan entre las cinco regiones de Naciones Unidas, y su elección influye en el enfoque político y diplomático de cada edición.
La COP29: avances en financiación climática
Celebrada en Bakú (Azerbaiyán) en noviembre de 2024, la COP29 finalizó con un compromiso histórico: los países desarrollados acordaron movilizar 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035 para apoyar la reducción de emisiones y la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo.
Este acuerdo supuso un punto de inflexión en la financiación climática, ampliando el alcance del compromiso previo de 100.000 millones anuales establecido en París.
La COP30 (Belém, Brasil, 2025): principales acuerdos
La 30ª Conferencia de las Partes, celebrada del 6 al 21 de noviembre de 2025 en Belém (Brasil), se centró en avanzar hacia el objetivo de limitar el aumento global de temperatura a 1,5 °C. El resultado fue el denominado Paquete de Belém, compuesto por 29 decisiones adoptadas por consenso. Sus elementos esenciales son:
1. Refuerzo de la adaptación
- Compromiso para triplicar la financiación global de adaptación antes de 2035.
- Aprobación de una Hoja de Ruta de Adaptación para 2026–2028.
- Definición de 59 indicadores voluntarios para evaluar progresos en sectores clave como agua, salud, infraestructura y medios de vida.
2. Mecanismo de Transición Justa
Se establece un marco internacional para garantizar que la transición hacia economías bajas en carbono sea socialmente justa, con especial atención a trabajadores, igualdad de género y pueblos indígenas.
3. Comercio y clima
Por primera vez, la COP incorpora un eje específico sobre comercio internacional, iniciando un diálogo de tres años sobre el impacto de medidas comerciales —incluidos los ajustes por carbono en frontera— en la transición climática.
4. Protección de bosques
Aunque sin metas más vinculantes, se refuerza el compromiso global de avanzar hacia la eliminación de la deforestación. Paralelamente, Brasil presentó un fondo internacional para la conservación de bosques tropicales.
5. Combustibles fósiles
El texto final no incluyó un compromiso explícito de eliminación progresiva de los combustibles fósiles, aunque se promovieron hojas de ruta voluntarias para avanzar en esa dirección.
6. Derechos indígenas
Se reconoce el papel esencial de los pueblos indígenas y se fomenta una mayor protección de sus territorios y participación en las decisiones climáticas.
Implicaciones para España
Los acuerdos de la COP30 tienen importantes repercusiones para España, tanto en sus políticas internas como en su posición internacional:
1. Financiación climática y cooperación
España deberá contribuir, junto al resto de la UE, al aumento de la financiación destinada a adaptación y mitigación en países vulnerables. Esto reforzará el papel de la cooperación española en materia climática y abrirá oportunidades para ONG, entidades académicas y empresas.
2. Transición energética y empleo
El Mecanismo de Transición Justa puede servir de referencia para fortalecer políticas nacionales orientadas a la reconversión laboral en sectores afectados por la transición energética, especialmente en regiones con economías intensivas en carbono.
3. Competitividad comercial
El nuevo diálogo sobre comercio y clima es relevante para España como país exportador. Las empresas deberán adaptarse a futuros estándares globales y aprovechar la ventaja competitiva que supone operar bajo políticas climáticas europeas avanzadas.
4. Biodiversidad y bosques
España podría aumentar su implicación en fondos y programas internacionales de conservación forestal, alineándose con sus compromisos de biodiversidad y con iniciativas vinculadas al desarrollo sostenible.
5. Impulso a la política climática doméstica
La reafirmación del Acuerdo de París y los nuevos marcos de adaptación y transición pueden reforzar la actualización de herramientas nacionales como:
- el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC),
- la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático,
- y los instrumentos autonómicos y locales relacionados.
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