Desde el año 2000 se realiza anualmente en España un estudio sobre el gasto de las empresas en protección ambiental. El objetivo de este análisis es evaluar los gastos que realizan las empresas del sector industrial para reducir o eliminar las emisiones de contaminantes al aire y la contaminación acústica, en el tratamiento de las aguas residuales y los residuos sólidos generados, y para poder utilizar materias primas menos contaminantes o en menor cantidad.

 

El gasto en protección ambiental de las empresas asturianas es uno de los indicadores que forma parte del Perfil Ambiental de Asturias. En su edición de 2008, el Perfil recogía los datos actualizados hasta la fecha de su publicación, correspondientes al año 2006, y analizaba la evolución sufrida hasta entonces. Durante ese año, el incremento de la inversión de las empresas de nuestra región en protección ambiental había aumentado un 41,5% respecto al año anterior, situándose en los 183 millones de euros.

 

Con posterioridad se publicaron los estudios correspondientes a los años 2007 y 2008, que muestran que esta tendencia de incremento en las inversiones de equipos, instalaciones y servicios de protección ambiental se mantuvo durante el año 2007, en el que el gasto superó los 215 millones de euros, lo que supuso un aumento interanual del 18 %. La tendencia se vio trucada durante el año 2008, año en el que comenzó el decrecimiento en la inversión.

 

En el año 2011 el gasto de las empresas industriales asturianas en protección ambiental descendió a 86,2 millones de euros, lo que supuso una reducción con respecto al año anterior de un 8,10% (7,6 millones de euros).

 

El estudio distingue entre inversiones y gastos corrientes. Engloba dentro de las inversiones los gastos en equipos o instalaciones independientes, que operan de forma independiente en el proceso de producción y están destinados a reducir la descarga de contaminantes originados durante dicho proceso mediante el tratamiento de los mismos, y los realizados en equipos integrados, cuya finalidad principal es prevenir la generación de contaminación. Dentro de los gastos corrientes considera los pagos por compras de servicios de protección ambiental a terceros, gastos asociados a los equipos utilizados, gastos de personal ocupado en actividades de protección ambiental, en actividades de I+D relacionadas con el medio ambiente, costes adicionales por la utilización de productos limpios, etc.

 

En cuanto a la naturaleza del gasto, la inversión en equipamientos de protección ambiental supuso el 27,72% del gasto total en el año 2011 y el gasto corriente el 72,27%. Por tercer año consecutivo los gastos corrientes superaron a la inversión en equipamientos de este carácter.

 

Las mayores inversiones se dedicaron a la adquisición de equipos e instalaciones para la reducción de las emisiones al aire, que entre integrados e independientes representaban un 43,34% de la inversión total de 2011, y a continuación las de tratamiento de aguas residuales, con un 37,03%.