Uno de los objetivos principales de las últimas décadas, hacia cuya consecución se han dirigido las políticas ambientales europeas, es el de proporcionar a los ciudadanos información ambiental objetiva, fiable y comparable a nivel comunitario, para lo que se han desarrollado iniciativas dirigidas a mejorar la circulación de la información ambiental, siendo la información espacial el soporte fundamental para la representación e interpretación de la mayor parte de los datos ambientales.

 

Una de estas iniciativas es la creación de una infraestructura de información espacial en la Comunidad Europea, conocida por su acrónimo en inglés INSPIRE (Infraestructure for Spatial Information in Europe). La Directiva 2007/2/CE del Parlamento europeo y del Consejo, de 14 de marzo de 2007, por la que se establece una infraestructura de información espacial en la Comunidad Europea, sienta las bases fundamentales para el desarrollo de esta iniciativa.

 

La directiva establece los fundamentos técnicos e institucionales necesarios para posibilitar el intercambio de información espacial y la puesta en común de datos entre los estados miembros, requisito indispensable para cumplir con lo dispuesto en el sexto programa de acción comunitario en materia de medio ambiente, donde se precisa la necesidad de asegurar que la política de medio ambiente de la Comunidad se ponga en práctica de un modo integrado, teniendo en cuenta las diferencias regionales y locales.

 

Esta norma establece pautas relativas a la disponibilidad, calidad, organización, accesibilidad y puesta en común de la información espacial destinada a respaldar políticas comunitarias que incidan en el medio ambiente.

 

La Ley 14/2010, de 5 de julio, sobre las infraestructuras y los servicios de información geográfica en España, constituye la trasposición al ordenamiento jurídico español de la Directiva INSPIRE.

 

 

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