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Los recursos hídricos en Asturias

Aguas continentales superficiales en Asturias

Río de Asturias

 

 

Las aguas continentales superficiales son todas las aguas quietas o corrientes en superficie situadas en la corteza terrestre. Las constituyen los ríos, los lagos, llanuras de inundación y humedales.

 

Los ríos que desembocan en el mar Cantábrico son cortos, aunque en general caudalosos. La primera condición está justificada por la proximidad de la cordillera a la costa y la segunda por las abundantes precipitaciones que recibe todo el sector septentrional de la Península, al estar abierto a los vientos marinos, en particular a los del Noroeste que son los portadores de las lluvias.

 

Los principales ríos asturianos son el Nalón, el Narcea, el Navia, el Sella, el Deva y el Cares.

 

Desde el punto de vista administrativo, se debe distinguir entre cuencas intercomunitarias e intracomunitarias: si la cuenca de un río se encuentra en más de una comunidad autónoma se denomina cuenca intercomunitaria y es la Administración General del Estado quien está a cargo de la gestión del dominio público hidráulico. Sin embargo, la división administrativa de las regiones territoriales en varias comunidades autónomas hace que las actividades relacionadas con la gestión del agua (agricultura, pesca, deportes marinos, …) puedan ser reguladas bajo diferentes legislaciones regionales.

 

Por otro lado, si la totalidad de la cuenca del río se encuentra en la misma Comunidad Autónoma se denomina cuenca intracomunitaria y la gestión del dominio público hidráulico asociado a la misma se acaba transfiriendo a la correspondiente Comunidad Autónoma, quien a su vez regula las actividades relacionadas con la gestión del agua de manera única.

 

El principal recurso del que se dispone en el Principado de Asturias para la satisfacción de las demandas de agua es el agua superficial, y en concreto la que discurre por los ríos, y fundamentalmente la regulada en embalses al efecto, por lo que el régimen natural de los caudales se encuentra en la mayoría de ellos alterado.

 

Las principales demandas de agua son para satisfacer el abastecimiento urbano, el cual  incluye la pequeña industria inmersa, y en muchos casos atiende a cabañas ganaderas y el regadío de huertas familiares, que se abastece desde las mismas redes de agua potable. Otras extracciones significativas en el Cantábrico son las tomas propias para satisfacer otros usos como son: industrias, agua para refrigeración de centrales térmicas y en menor medida piscifactorías.

 

Los principales efectos de estas extracciones de agua se ven reflejados principalmente en una reducción significativa de los caudales que discurren en los ríos y que por las sinergias con otros problemas, afectan en diferentes magnitudes a los ecosistemas, procesos de depuración natural, dilución de contaminantes y procesos hidráulicos naturales de arrastre de sedimentos, conservación del lecho del río y afección a otras actividades humanas (recreativas) y de valor paisajístico.

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