Es conocido que los incendios forestales provocan cambios importantes en las propiedades físicas y químicas de los suelos. Algunos investigadores que han estudiado experimentalmente las transformaciones sufridas por los suelos durante incendios controlados están de acuerdo en que la intensidad y duración de la quema son dos factores fundamentales que van a controlar el tipo y profundidad del los cambios que van a producirse. Además, cuando las quemas son recurrentes afectan de forma irreversible a las propiedades físicas del suelo y culminan con una degradación generalizada de la estructura y del comportamiento hídrico del suelo que ha quemado. Una de las consecuencias más graves que guarda relación directa con las transformaciones provocadas por los incendios en los suelos es el incremento de la sensibilidad a la erosión.

No obstante, hay que tener en cuenta que las características físicas y químicas del suelo que va a quemar, en especial la textura, el contenido en carbono orgánico, el pH y el tipo de agregado estructural  están directamente relacionadas con los daños que pueden provocar los incendios, ya que la erosionabilidad o susceptibilidad a la erosión de un suelo es en gran medida una función de su estabilidad estructural. En el mapa de susceptibilidad a la erosión post-incendios realizado se han tenido en cuenta todas estas variables. La información cartográfica de cada una ellas se ha elaborado a partir de las capas temáticas de la Cartografía Temática Ambiental del Principado de Asturias según el esquema conceptual que puede descargarse más adelante.