Los residuos sanitarios se definen como aquellos generados en cualquier establecimiento o servicio en el que se desarrollan actividades de atención o investigación sanitaria. Este tipo de establecimientos o servicios generan residuos que pueden asimilarse a categorías más amplias: residuos urbanos, productos químicos, productos farmacéuticos y medicamentos, etc., pero principalmente generan una serie de residuos de características muy particulares: residuos sanitarios infecciosos, restos biológicos y anatómicos, sangre y hemoderivados, cultivos, vacunas vivas, y todo el material que ha estado en contacto con estas sustancias, incluido agujas y material punzante y cortante.

 

Sin duda esta categoría de residuos requiere una gestión específica para evitar el peligro de contaminación del medio, y el contagio de enfermedades infecciosas que representen un riesgo para la salud de las personas.

 

El Gobierno del Principado, tras un estudio realizado en el año 1990, suprimió la gestión realizada en los propios hospitales para centralizarla en  las instalaciones de COGERSA, donde se construyó una planta de tratamiento térmico que entró en funcionamiento a mediados de 1993.

 

En la actualidad, la recogida de los residuos sanitarios producidos en los centros públicos está a cargo de COGERSA, mientras que en los centros privados la recogida es efectuada por otros gestores autorizados para este tipo de residuos. En todos los casos, tanto el almacenamiento intermedio, como el transporte de estos residuos, se lleva a cabo en contenedores especiales, debidamente identificados, y que cumplen con las máximas garantías sanitarias.

 

Todos los residuos sanitarios son transportados a las instalaciones de COGERSA, para su incineración a altas temperaturas. Este tratamiento destruye los agentes infecciosos y sus restos son un material esterilizado, que se deposita en el vertedero de residuos peligrosos.