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Áreas Marinas Protegidas

Marco introductorio a las Áreas Marinas Protegidas

 

La Ley 42/2007,  de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad del Estado,  introduce como espacio natural protegido la figura de Área Marina Protegida (AMP en adelante), si bien no excluye la posibilidad de adoptar esta categoría específica a través de cualquier otra figura de protección de espacios prevista en su marco normativo, y siempre que se establezcan las medidas necesarias para garantizar la conservación de los recursos naturales en su ámbito.


En este contexto, la protección del medio marino que incluye formaciones o ecosistemas litorales de elevado valor ambiental (islotes marinos, ecosistemas del intermareal y submareal, etc.), y cuya competencia corresponde a la Administración Regional, se arbitra actualmente en el marco de los instrumentos de gestión previstos para los espacios Natura 2000 o los paisajes protegidos de ámbito marítimo-costero.


En el marco de las competencias atribuidas a cada una de las administraciones públicas en materia de declaración y gestión de áreas marinas protegidas, la Administración del Principado apoya en todo caso la coordinación interadministrativa en el desarrollo de las actuaciones para la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica del medio marino, comenzando por El Cachucho, espacio para el que ya se han adoptado medidas de protección.

 

Un AMP es “cualquier área intermareal o submareal, junto con las aguas que la bañan y la flora y fauna asociadas, y sus rasgos históricos y culturales, que han sido designados por la legislación u otros mecanismos efectivos para proteger total o parcialmente el medio que alberga” (Unión Mundial para la Naturaleza, UICN, 17ª Asamblea General, 1988).

 

En ellas las especies que han sufrido la sobreexplotación pueden crecer hasta la edad adecuada, restablecer su población y volver a llenar las zonas circundantes. Los fondos marinos también se recuperan, volviendo a establecer los ciclos de vida interrumpidos por el impacto de la pesca industrial.

 

Con las AMP se pretende proteger, conservar y restaurar especies, hábitats y procesos ecológicos que como resultado de diversas actividades humanas se han visto afectados. Del mismo modo, y actuando con cautela, pretenden prevenir la degradación futura y el daño a especies, hábitats y procesos ecológicos aún no estudiados o desconocidos.

 

Las AMP son muy recientes si se comparan con las existentes en el medio terrestre, y especialmente tardía es la conciencia sobre la necesidad de establecer figuras de protección en nuestros océanos. Algunos países establecieron sus primeras AMP hace ya varias décadas y en 1997 existían cerca de 4.000 AMP en más de 80 países, siendo la más extensa de todas ellas la Gran Barrera de Coral australiana.