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Estructura y tipología del Paisaje de Asturias

Macizos montañosos cantábricos.

Fuente: Atlas de los paisajes de España 2003

La alta montaña cantábrica sirve de divisoria entre las comunidades de Asturias y Castilla y León. Está formada por un conjunto de macizos o altas sierras con una disposición general este-oeste. Constituyen una barrera montañosa para los desplazamientos norte-sur, que han de realizarse a través de los puertos. Además existe una clara disimetría bioclimática entre la vertiente norte, abierta a los vientos húmedos marítimos, y la sur, situada al abrigo de los vientos fríos y húmedos y con una clara influencia continental-mediterránea de la Meseta. Se trata de un conjunto de cumbres alpinas, con numerosas huellas del glaciarismo pleistoceno, y altos puertos en cuyas brañas y majadas han pastado tradicionalmente los ganados en el verano.

 

En este contexto destaca el área de Picos de Europa, como enclave de gran singularidad y lugar donde se desarrolla el Parque Nacional homónimo. Es una alta montaña modelada sobre las resistentes calizas paleozoicas (“calizas de montaña”), acumuladas en este sector en espesores considerables. Los macizos se encuentran incididos perpendicularmente por cañones calcáreos angostos, que han servido para dividirlos en tres partes (oriental, central y occidental), y no han favorecido el hábitat humano.

 

En el macizo central, entre los cañones del Duje y el Cares, se encuentran las cumbres más elevadas de la Cordillera Cantábrica, por encima de los 2.500 m, que destacan por la dificultad de acceso y por su historia vinculada a la escalada. En este sentido cabe destacar que los pequeños pueblos de esta zona habrían sido abandonados hace tiempo si no hubieran contado con el atractivo turístico de la montaña.

 

Las sociedades que habitaron estos macizos aislados, de fuertes pendientes y numerosos escarpes y resaltes rocosos, fueron eminentemente ganaderas, vinculadas al traslado estacional del ganado a las majadas, donde se encuentran los pastos veraniegos. Sus pobladores fueron también cazadores de lobos y rebecos, pescadores de trucha y salmón y explotadores de los bosques.

 

Definitorio de esta montaña es el hecho de la producción de diversos quesos, tradicionalmente fermentados en las cuevas naturales. La minería del zinc se practicó desde el siglo XIX, y aunque actualmente está abandonada, aún quedan sus huellas. Las casas montañesas y los hórreos son los elementos fundamentales del hábitat rural, construidos con piedra del lugar y con teja y materiales vegetales para hacer el tejado.

 

El resto de los macizos montañosos cantábricos, ubicados en el centro y el occidente de la región, configuran la continuación montañosa de los Picos de Europa hacia el oeste y conforman la divisoria entre las vertientes cantábrica y atlántica. En la parte asturiana estos macizos poseen gran continuidad morfológica con las sierras que prolongan estos relieves montanos hacia el norte. La alta montaña se sitúa en esta zona a mayor distancia de la costa y sus cumbres, en general, tienen un menor aspecto alpino que las de los Picos. Aparece en ellos el puerto como elemento de discontinuidad entre los macizos. Los puertos son espacios de alto interés tanto natural como cultural y productivo, ya que en su entorno se encuentran los mejores pastizales de agostadero y son los lugares tradicionales y actuales de tránsito. Cabe destacar que en este espacio se desarrollan parte de los cinco Parques Naturales de Asturias.