Las especies de fauna alóctona en Asturias por el momento no plantean graves problemas de invasión, aunque la peligrosidad potencial de algunas de ellas, hace conveniente extremar las precauciones y realizar controles y eliminar los ejemplares detectados.

 

Entres ellas se encuentran las especies piscícolas de ríos introducidas en lagos de montaña y otros complejos lacustres endorreicos, la rata negra (Rattus rattus) y la rata parda (Rattus norvegicus), el cangrejo americano (Procambarus clarckii) cuya abundancia es preocupante en determinadas áreas del Principado y la lapa zapatilla (Crepidula fornicata) que tiene nefastas repercusiones para las poblaciones de mejillón (Mytilus edulis) y las ostras (Ostrea edulis). A este grupo hay que añadir varias especies que no están presentes en Asturias pero cuya llegada supone una seria amenaza, entre ellas se encuentran el visón americano (Mustela vison), el coipu (Myocastor coypus), el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) y el mejillón cebra (Dreissena polimorpha).

 

Otras especies presentes en Asturias pero para las que aún no se ha constatado un claro comportamiento invasor, pese a haberlo demostrado en otras regiones, son la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), el cisne negro (Cygnus atratus) y el galápago americano (Trachemys scripta).

 

Por lo que respecta al mejillón cebra, se trata de una especie aún no detectada en Asturias. Si bien, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico está desarrollando campañas anuales para el muestreo de sus larvas, coincidiendo con los picos de reproducción de la especie (primavera y otoño), y aplicando idéntica metodología que la empleada por la Confederación Hidrográfica del Ebro en su ámbito de actuación, donde la especie sí muestra un claro comportamiento invasor.

 

Todas las especies citadas como invasoras, excepto el cisne negro (Cygnus atratus) figuran en el Anexo del Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras. La inclusión en el Anexo conlleva la prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo el comercio exterior, así como la prohibición de su introducción en el medio natural en el ámbito del territorio nacional de aplicación recogido en el anexo.