La caza deportiva es una práctica habitual en Asturias. Esta actividad, desarrollada dentro de la legalidad y de un modo sostenible, constituye un elemento básico para gestionar las poblaciones de las especies cinegéticas y contribuir al desarrollo rural y a la promoción turística.

 

Uno de los principales atractivos de la caza en Asturias es que la práctica cinegética se desarrolla en un hermoso paisaje y sobre poblaciones silvestres, entre las que destacan el jabalí, el corzo, el venado, el rebeco, la arcea y la perdiz. Estas poblaciones cinegéticas, como recurso natural, constituyen la base fundamental de la caza, una importante actividad deportiva y económica, y a la vez, son el soporte trófico para muchas especies de depredadores y carroñeros, algunos de ellos legalmente protegidos.

 

Por ello, una gestión correcta de la actividad cinegética debe redundar en una mayor capacidad de ocio y desarrollo económico, pero también en una garantía de conservación de la fauna silvestre. Para que el desarrollo de la práctica cinegética se produzca con normalidad y evitar riesgos innecesarios es importante tener en cuenta las responsabilidades y obligaciones del cazador, siendo aconsejable seguir un decálogo de comportamiento y unas normas de seguridad y recomendaciones sanitarias que ayudarán a los cazadores a disfrutar más de la activad y contribuirá a hacerla más segura y respetuosa con los demás y con nuestro medioambiente, contribuyendo a que la práctica cinegética sea una actividad más inocua para nuestra naturaleza.